Intercambio estudiantil: guía completa para universitarios chilenos
"Llegué a Madrid con dos maletas y muchas dudas", recuerda Camila Venegas mientras desliza fotos en su celular. "Ese semestre en la Complutense fue el punto de inflexión de mi carrera. No es que tuvieran mejores profesores que mi universidad en Chile, es que me cambió la perspectiva completa".
Como Camila, miles de estudiantes chilenos están transformando sus trayectorias universitarias gracias a experiencias de intercambio. Este artículo nace precisamente de esas vivencias: las compartidas, las soñadas y las que quizás estés planificando tú en este momento.
¿Qué es realmente un intercambio estudiantil?
Más allá de la definición formal (ese periodo académico que cursas en una universidad extranjera), un intercambio es una puerta hacia un mundo que quizás no sabías que existía. Puede durar un semestre, un año completo o incluso materializarse como una pasantía intensiva de verano.
Lo interesante: los ramos que apruebas allá se convalidan acá. O sea, no "pierdes" tiempo académico, sino que tu malla curricular se enriquece con perspectivas internacionales, metodologías distintas y bibliografía que probablemente no encontrarías en tu universidad de origen.
Cuando volví de Toulouse, me di cuenta que entendía conceptos de economía que antes me parecían abstractos. Simplemente los profesores franceses tenían otra manera de explicarlo", recuerda Matías Fuentes, egresado de Ingeniería Comercial de la Universidad de Valparaíso.
Y sí, las universidades chilenas actualmente mantienen cientos de convenios con instituciones de todos los continentes. Ya no es necesario pertenecer a universidades "de élite" ni tener un apellido reconocible para acceder a estas oportunidades.
Más allá del turismo: por qué decidirse por un intercambio
Escuchamos frecuentemente que los intercambios son "la excusa perfecta para viajar". Y aunque el componente turístico existe (¿quién no aprovecharía de conocer otros países estando allá?), las motivaciones genuinas suelen ser más profundas.
Javiera Montero, estudiante de Derecho, lo resume bien: "Me fui a Colombia porque quería entender cómo funcionaba el derecho constitucional en un país que, como Chile, había pasado por reformas importantes. Lo que aprendí no estaba en ningún libro".
En las entrevistas que hemos realizado a decenas de estudiantes de intercambio, aparecen ciertas motivaciones recurrentes. Son esos impulsos profundos que van mucho más allá del simple deseo de viajar y que realmente marcan la diferencia entre un viaje turístico y una experiencia transformadora.
Estas son las principales motivaciones que hemos identificado:
- El quiebre con la rutina académica. A veces, para reconectar con tu vocación, necesitas verla desde otro ángulo.
- La inmersión cultural y lingüística. Nada como aprender italiano discutiendo con tus compañeros romanos sobre Dante, o perfeccionar tu inglés debatiendo políticas públicas en Londres.
- La necesidad de independencia. Muchos estudiantes ven el intercambio como un ensayo general para la vida adulta: manejar presupuestos, resolver problemas cotidianos, tomar decisiones sin el colchón familiar.
- La ampliación de perspectivas académicas. Descubrir que temas que aquí se abordan de manera teórica, allá se trabajan con proyectos prácticos (o viceversa).
Quizás lo más transformador: esos momentos en que tu definición vocacional se clarifica. "Estaba dudando si seguir en arquitectura, pero después de un semestre en Rotterdam, donde vi proyectos de urbanismo social que daban soluciones concretas, volví con la certeza absoluta", cuenta Sebastián Muñoz de la Universidad del Bío-Bío.
Impacto real: lo que no se cuenta en Instagram
Los beneficios de un intercambio son como un iceberg: lo que se ve (los viajes, las fotos, las anécdotas) es solo la punta visible de una transformación mucho más profunda.
En lo personal
Los cambios más profundos ocurren en aspectos que quizás ni siquiera habías contemplado. Estos cambios internos suelen ser los que los estudiantes mencionan años después como los más valiosos, aquellos que perduran más allá de las anécdotas.
- Desarrollo de resiliencia emocional: enfrentar y superar la nostalgia, los imprevistos y hasta los fracasos.
- Flexibilidad cognitiva: adaptarse a métodos de enseñanza, evaluación y relación profesor-alumno completamente distintos.
- Autonomía real: desde abrir una cuenta bancaria en otro idioma hasta gestionar permisos migratorios o buscar atención médica.
En lo profesional
El impacto en tu futuro laboral va mucho más allá de tener algo atractivo en el currículum. Los empleadores valoran la experiencia internacional porque reconocen las competencias que desarrollas durante ese periodo, muchas de las cuales son difíciles de adquirir en un entorno familiar.
- Actualización de conocimientos técnicos: especialmente en áreas donde otros países llevan ventaja (energías renovables en Alemania, inteligencia artificial en Canadá, diseño en Italia).
- Comprensión de dinámicas globales: entender cómo funciona tu profesión en mercados más competitivos o con regulaciones distintas.
- Contactos internacionales: no solo compañeros que podrían ser futuros socios, sino profesores que pueden recomendarte para postgrados o investigaciones.
En nuestro análisis sobre los beneficios de estudiar en el extranjero, Catalina Hernández, psicóloga organizacional, explica cómo los reclutadores valoran cada vez más estas experiencias: "No es solo el 'plus' en el CV. Es que efectivamente vemos mejores habilidades de comunicación, tolerancia a la ambigüedad y capacidad de adaptación en candidatos que han vivido intercambios".
Si quieres conocer más detalles sobre las ventajas y oportunidades que te ofrece irte de intercambio, encontrarás información adicional sobre el impacto profesional de estas experiencias.
¿Estoy calificado? Requisitos reales para postular
La barrera mental suele ser la más alta. Muchos estudiantes descartan la posibilidad de un intercambio porque asumen que "no es para ellos" o que los requisitos son inalcanzables. La realidad es más accesible de lo que parece. Si tienes dudas sobre si estás preparado, te recomendamos leer sobre los 16 signos que indican que te deberías ir de intercambio.
Después de revisar las convocatorias de las principales universidades chilenas y entrevistar a coordinadores de programas de intercambio, hemos identificado un conjunto de requisitos que se repiten en la mayoría de las instituciones. Estos son los elementos básicos que deberás cumplir, aunque siempre existirán variaciones según el programa específico.
Los requisitos estándar incluyen:
- Estar matriculado como estudiante regular
- Haber cursado entre 2 y 4 semestres (varía según universidad y programa)
- Mantener un promedio decente (generalmente sobre 5.0, pero hay excepciones)
- Certificar nivel de idioma cuando corresponda (aunque muchos programas en países no anglófonos ofrecen cursos en inglés)
- Presentar documentación básica: historial académico, carta de motivación, recomendaciones
Lo interesante es que cada universidad tiene su propio enfoque. Por ejemplo, en la Universidad de Chile, el Programa de Movilidad Estudiantil Internacional prioriza el proyecto académico sobre las calificaciones. Mientras tanto, la Universidad Católica del Norte tiene cupos específicos para estudiantes de regiones, buscando democratizar estas oportunidades.
Es crucial revisar también los requisitos específicos de las universidades de destino. Hay instituciones europeas que exigen seguros médicos con coberturas mínimas, universidades estadounidenses que requieren vacunas específicas, o programas asiáticos con requisitos adicionales de idioma.
Requisitos típicos en principales destinos
País/Región | Promedio mínimo | Nivel de idioma | Particularidades |
---|---|---|---|
España | 5.0 | Español nativo | Convenios amplios con mayoría de universidades chilenas |
EE.UU. | 5.5 | TOEFL (iBT 80+) | Suele requerir ensayo personal adicional |
Francia | 5.0 | DELF B1-B2 | Muchos programas en inglés disponibles |
Alemania | 5.2 | TestDaF/DSH o inglés | Sistema de tutorías obligatorio |
Australia | 5.5 | IELTS 6.5+ | Requisitos migratorios estrictos |
Brasil | 4.8 | Portugués básico | Facilidades para estudiantes latinoamericanos |
La postulación paso a paso: un mapa para no perderse
Lo primero: respirar hondo. El proceso es secuencial y, aunque puede parecer burocrático, tiene una lógica.
1. Investigación preliminar (6-12 meses antes)
- Revisa el sitio de relaciones internacionales de tu universidad. Ahí encontrarás los convenios vigentes.
- Considera factores como idioma, costo de vida, áreas de especialidad y clima.
- Conversa con estudiantes que ya hayan realizado intercambios en los destinos que te interesan.
2. Contacto con oficina de movilidad (5-8 meses antes)
- Agenda una reunión con el encargado de movilidad de tu facultad.
- Lleva preguntas específicas sobre convalidación de ramos.
- Pide orientación sobre becas disponibles para tu caso particular.
3. Preparación de documentos (4-6 meses antes)
- Solicita certificado de notas actualizado.
- Prepara tu carta de motivación (tip: relaciona el destino específicamente con tus objetivos académicos).
- Gestiona cartas de recomendación con profesores que realmente te conozcan.
- Rinde exámenes de certificación de idioma si corresponde.
4. Postulación formal (según calendario de tu universidad)
- Completa formularios internos.
- Postula a la universidad de destino (generalmente tu universidad gestiona esto).
- Postula simultáneamente a becas y financiamiento.
5. Preparativos post-aceptación
- Tramita visa de estudiante (algunos países tienen procesos que toman meses).
- Contrata seguro médico internacional.
- Busca alojamiento (residencias universitarias, pisos compartidos, familias anfitrionas).
- Organiza aspectos financieros (cuenta bancaria internacional, tarjetas, etc.).
"El proceso parece tedioso, pero está diseñado para que vayas dando un paso a la vez", explica Carolina Torres, coordinadora de intercambios de una universidad santiaguina. "Lo importante es empezar con tiempo y no desanimarse con los primeros obstáculos".
En nuestra guía para preparar tu intercambio estudiantil, encontrarás testimonios de estudiantes que navegaron exitosamente este proceso. Además, si estás en las últimas semanas antes de partir, no te pierdas estos 12 consejos para los que se irán de intercambio al extranjero en los próximos meses.
El dinero: ¿cómo financiar tu intercambio?
Probablemente la pregunta más frecuente y la preocupación más legítima. Vamos por partes:
Becas específicas para intercambio
El ecosistema de becas para estudiantes chilenos es amplio y diverso. Existen opciones tanto para destinos tradicionales como para países menos frecuentados, y muchas de estas oportunidades no son tan conocidas. Aquí presentamos las más relevantes con su información básica.
- Becas internas: Prácticamente todas las universidades chilenas tienen fondos propios para apoyar intercambios. Algunas cubren pasajes, otras manutención, otras exención de matrícula en destino.
- Becas Santander: Uno de los programas más robustos, con convocatorias semestrales para destinos iberoamericanos.
- Alianza del Pacífico: Para intercambios en México, Colombia y Perú, con cobertura completa.
- Becas ELAP: Para Canadá, cubren gastos de estadía y seguro.
- Erasmus+ KA107: Para destinos europeos, con estipendio mensual.
- AGCID Chile: La Agencia Chilena de Cooperación Internacional ofrece becas para pregrado con prioridad en ciertas áreas estratégicas.
Estrategias alternativas de financiamiento
Más allá de las becas tradicionales, los estudiantes chilenos han desarrollado estrategias creativas para hacer viable su intercambio. Combinar varias fuentes de financiamiento suele ser la aproximación más exitosa, permitiendo cubrir diferentes aspectos del presupuesto total.
- Movilidad virtual: Algunas universidades ofrecen programas híbridos con componentes virtuales que reducen significativamente los costos.
- Intercambio con trabajo: Programas como "Work and Study" permiten trabajar part-time legalmente mientras estudias.
- Fundraising personal: Varios estudiantes han financiado parcialmente sus intercambios con campañas de crowdfunding específicas.
- Préstamos blandos: Algunas fundaciones ofrecen préstamos sin interés o con condiciones favorables para estudios internacionales.
"Armé un Excel con todos mis gastos proyectados y luego fui 'cruzando' con posibles fuentes de financiamiento", cuenta Diego Suazo, quien combinó una beca parcial de su universidad con ahorros personales y un préstamo familiar para su semestre en Ciudad de México. "La clave fue diversificar fuentes".
Recuerda además que, dependiendo del destino, pueden existir convenios de exención de matrícula. Eso significa que pagas tu matrícula normal en Chile y no en la universidad de destino, lo que puede representar un ahorro considerable.
Para una perspectiva más amplia sobre las oportunidades de financiamiento, te sugerimos revisar nuestro artículo sobre intercambios al extranjero: la oportunidad de viajar y estudiar.
Preparativos prácticos: la lista definitiva
Más allá de la documentación oficial, hay aspectos prácticos que marcan la diferencia. Esta lista está basada en experiencias reales de estudiantes chilenos:
Documentación esencial
Los documentos son la base de todo intercambio exitoso. Más allá del trámite, representan tu identidad legal y tu seguridad en un país extranjero. Prepáralos con anticipación, considerando que algunos pueden tomar semanas o incluso meses en procesarse.
- Pasaporte vigente (con al menos 6 meses extra después de tu regreso planeado)
- Visa de estudiante y documentos de aceptación
- Seguro médico internacional con cobertura amplia
- Carné internacional de estudiante (ISIC)
- Copias físicas y digitales de todos tus documentos importantes
Aspectos financieros
El manejo del dinero en el extranjero puede ser complejo. Las diferencias en sistemas bancarios, comisiones por uso de tarjetas y fluctuaciones cambiarias son aspectos que muchos estudiantes descuidan hasta que se encuentran con dificultades inesperadas.
- Notificar a tu banco chileno sobre tu viaje
- Investigar opciones de cuentas bancarias locales o tarjetas internacionales
- Llevar algo de efectivo para los primeros días
- Planificar transferencias internacionales si serán necesarias
Salud y bienestar
Tu salud es primordial. Un intercambio exitoso requiere cuidar tanto el bienestar físico como el emocional, especialmente considerando que estarás lejos de tu red de apoyo habitual y en un sistema sanitario desconocido.
- Consulta médica general antes de partir
- Vacunas según el destino (algunas requieren aplicación con meses de anticipación)
- Stock de medicamentos recetados (con carta de tu médico explicando la necesidad)
- Plan para acceder a servicios de salud mental si los necesitas
Tecnología y comunicación
En la era digital, mantenerse conectado es fundamental tanto para aspectos prácticos como emocionales. La tecnología será tu aliada para navegar un nuevo entorno y mantener los vínculos con tu país mientras construyes nuevas conexiones.
- Desbloqueo de celular para usar SIM local
- Adaptadores de enchufes según el destino
- Respaldo de documentos en la nube
- Plan para mantener contacto con familia y amigos
Aspectos culturales y académicos
La preparación académica y cultural previa marcará una diferencia importante en tu adaptación inicial. Investigar sobre tu destino no solo reduce la ansiedad, sino que te permite aprovechar mejor tus primeras semanas en el extranjero.
- Investigación básica sobre costumbres locales
- Descarga de apps útiles según el país (transporte, bancos, traductores)
- Material de estudio preliminar para tus cursos
- Contacto con asociaciones de estudiantes internacionales
Esta lista ampliada también está disponible como checklist descargable en nuestra guía de preparativos para intercambio, junto con un planificador por semanas.
Sobreviviendo (y prosperando) durante el intercambio
Has llegado. Ahora viene la parte más emocionante y, a veces, la más desafiante. La experiencia de intercambio suele seguir una curva emocional predecible que vale la pena conocer.
Las fases típicas del intercambio
- Euforia inicial: Todo es nuevo, excitante, fotogénico. Dura aproximadamente las primeras 2-3 semanas.
- Choque cultural: Surge la frustración con diferencias cotidianas, barreras de idioma, malentendidos. Suele aparecer entre el primer y segundo mes.
- Ajuste gradual: Comienzas a desarrollar rutinas, entender códigos implícitos, establecer amistades más profundas.
- Integración: Funcionalidad efectiva en el nuevo entorno. Las diferencias ya no son obstáculos sino parte de tu cotidianidad.
- Nostalgia anticipada: Hacia el final, una sensación agridulce de querer aprovechar cada minuto restante.
Entender estas fases ayuda a normalizar emociones que, de otra manera, podrían parecer señales de que "algo anda mal". No, no eres el único que ha llorado por no encontrar ingredientes para cocinar algo familiar, o que ha sentido frustración por no entender chistes locales.
Estrategias para una adaptación efectiva
En lo académico
El sistema educativo en otros países puede ser radicalmente diferente al chileno. Desde la forma de evaluación hasta la relación con los profesores, pasando por las expectativas de participación en clase. Entender estas diferencias te ayudará a adaptarte más rápido y obtener mejores resultados.
- Asiste a las sesiones de orientación para estudiantes internacionales.
- Busca tutorías si el sistema educativo es muy diferente al chileno.
- Forma grupos de estudio con estudiantes locales e internacionales.
- Aprovecha recursos como bibliotecas, laboratorios y software que quizás no tengas en tu universidad de origen.
En lo social
La construcción de relaciones significativas será uno de los aspectos más enriquecedores de tu experiencia. Aunque parezca contradictorio, muchos estudiantes reportan que fue más difícil socializar que adaptarse académicamente, especialmente en culturas donde las amistades se forman de manera distinta.
- Únete a clubes universitarios según tus intereses.
- Participa en eventos para estudiantes internacionales, pero no te quedes solo en esa "burbuja".
- Considera vivir con locales en vez de solo con otros extranjeros.
- Aprende expresiones coloquiales y jerga universitaria local.
En lo personal
El autocuidado es fundamental durante un intercambio. Estarás expuesto a numerosos estímulos nuevos y situaciones desafiantes, lo que puede resultar mentalmente agotador. Establecer ciertas rutinas te ayudará a mantener el equilibrio emocional mientras navegas este periodo intenso.
- Establece una rutina que incluya actividad física.
- Mantén contacto con familia y amigos, pero sin que eso te impida vivir el presente.
- Documenta tu experiencia (diario, blog, fotos) para procesarla mejor.
- Busca espacios o comunidades que te recuerden a Chile cuando la nostalgia sea intensa.
"Lo más difícil fue la tercera semana, cuando pasó la novedad y me di cuenta que tenía que construir una vida real ahí", cuenta Paula Aguirre, quien estudió un semestre en Sao Paulo. "Fue cuando decidí meterme al equipo de vóleibol, y eso lo cambió todo".
Si quieres conocer estrategias específicas para aprovechar al máximo tu estadía, lee estos 7 consejos para sacarle el máximo provecho a tu viaje de intercambio. También encontrarás útiles estas 20 cosas que aprendes al irte de intercambio.
Para dudas específicas durante tu estadía, recuerda que la comunidad Universitarios.cl cuenta con un subforo dedicado a intercambios donde estudiantes en distintas etapas del proceso comparten consejos en tiempo real. Si has tenido compañeros de intercambio, sabrás lo valioso que es este tipo de apoyo mutuo - puedes leer más sobre qué significa tener compañeros de intercambio.
El regreso: aprovechar lo vivido y reintegrarse
"Nadie te prepara para volver". Esta frase aparece constantemente en los testimonios de quienes han vivido un intercambio. El llamado "choque cultural inverso" puede ser tan intenso como la adaptación inicial al extranjero.
Aspectos prácticos del retorno
El regreso tiene su propio conjunto de trámites y gestiones que, si no se manejan adecuadamente, pueden generar contratiempos innecesarios. La mayoría de las universidades tiene protocolos establecidos para la reincorporación de estudiantes de intercambio, pero es responsabilidad tuya iniciar estos procesos.
- Convalidación de asignaturas: Reúne toda la documentación académica antes de salir del país de intercambio.
- Reincorporación administrativa: Confirma tu regreso con la oficina de movilidad estudiantil.
- Actualización académica: Ponte al día con cambios curriculares que pudieron ocurrir durante tu ausencia.
- Reorganización financiera: Restablece cuentas locales, evalúa gastos pendientes del intercambio.
El componente emocional
La reintegración emocional es quizás el aspecto menos discutido pero más complejo del proceso de intercambio. Los estudiantes suelen sorprenderse al descubrir que volver "a casa" puede ser tan desafiante como fue adaptarse al extranjero. Este fenómeno, conocido como "choque cultural inverso", es completamente normal.
- Sensación de desconexión: Es normal sentir que tus amigos y familia "siguieron sin ti" y que algunas dinámicas cambiaron.
- Dificultad para compartir la experiencia: La pregunta "¿Cómo te fue?" suele sentirse imposible de responder en una conversación casual.
- Nostalgia por la vida en el extranjero: Extrañar rutinas, amigos y libertades de la vida durante el intercambio.
- Cuestionamiento de aspectos culturales propios: Ver tu país con nuevos ojos, incluyendo críticas que antes no tenías.
Cómo capitalizar la experiencia
Claudia Moreno, psicóloga especializada en estudiantes internacionales, ha trabajado con cientos de jóvenes en su proceso de reintegración. Basada en esta experiencia, ha desarrollado estrategias prácticas que ayudan a capitalizar lo vivido y convertirlo en un activo permanente, tanto personal como profesional.
Estas son sus recomendaciones principales:
- Mantener vivo el idioma: Unirse a grupos de conversación, ver series en el idioma del intercambio, mantener contacto con amigos extranjeros.
- Aplicar metodologías aprendidas: Usar técnicas de estudio o trabajo que conociste en el extranjero.
- Volverse recurso para otros: Ser mentor de estudiantes que planean intercambios o de extranjeros que llegan a tu universidad.
- Integrar la experiencia a tu perfil profesional: Actualizar CV destacando competencias interculturales, no solo el hecho del intercambio.
- Buscar proyectos internacionales: Identificar iniciativas en tu universidad que tengan componente internacional donde puedas aportar.
"Volví con una nueva forma de entender mi carrera. En Brasil trabajaban con metodologías de diseño participativo que acá recién están llegando. Eso me dio una ventaja cuando postulé a mi práctica profesional", menciona Rodrigo Sánchez, estudiante de arquitectura.
La clave parece estar en no idealizar ni el lugar de intercambio ni Chile, sino integrar lo mejor de ambas experiencias en una nueva etapa. En otras secciones de nuestro sitio encontrarás testimonios de egresados que hoy trabajan en empresas multinacionales o han emprendido con enfoque global.
Para quienes están a punto de regresar o ya regresaron, te recomendamos leer estos 7 consejos que me gustaría haber leído antes de irme de intercambio, que incluyen reflexiones valiosas sobre el proceso de reintegración.
La decisión es tuya: impulsos para dar el paso
Si has llegado hasta aquí, probablemente el intercambio estudiantil ya dejó de ser una idea abstracta y comienza a verse como una posibilidad real. Después de entrevistar a más de 50 estudiantes que completaron exitosamente sus intercambios, hemos destilado algunos consejos finales que podrían ser ese empujón que necesitas.
Estos son los mensajes que más se repiten entre quienes ya vivieron la experiencia:
- No esperes el "momento perfecto": Siempre habrá razones para postergar. El mejor momento es cuando estás motivado y has investigado lo suficiente.
- No te compares: Cada experiencia de intercambio es única. Lo que vivió tu compañero en Barcelona puede ser completamente distinto a lo que vivirías tú en la misma ciudad.
- Síguele la pista a tu curiosidad: Si hay un tema académico que te apasiona y sabes que en cierto país tiene mayor desarrollo, ese puede ser un excelente criterio de decisión.
- Equilibra planificación con flexibilidad: Organiza lo esencial, pero deja espacio para lo inesperado. Muchas veces, las mejores experiencias de intercambio surgen de oportunidades no planificadas.
- Recuerda por qué empezaste: En momentos de duda o frustración durante el proceso, vuelve a conectar con tu motivación inicial.
Como escribió Francisca Valdés en el foro de la comunidad tras volver de su intercambio en Holanda: "Si me preguntaran si volvería a pasar por todo el papeleo, la burocracia, los momentos de soledad y confusión... la respuesta es sí, mil veces sí. Porque también volvería a sentir esa libertad, esa emoción de entender algo en otro idioma, esa amistad sincera con personas de culturas tan distintas".
Si te inspira conocer más historias reales, lee sobre el intercambio estudiantil como experiencia de vida universitaria. Y si quieres un enfoque más divertido del tema, no te pierdas estas 10 películas sobre estudiantes de intercambio que podrían interesarte.
Recursos adicionales para profundizar
Si quieres seguir explorando posibilidades, te recomendamos estos recursos de nuestra web:
- Beneficios de estudiar en el extranjero - Análisis profundo con datos sobre impacto académico y profesional
- Cómo preparar tu intercambio estudiantil - Guía práctica con planificadores descargables
- Comunidad Universitarios.cl (sección intercambios) - Foro de estudiantes con experiencias en diversos países
- Calculadora de presupuesto para intercambios - Herramienta interactiva para estimar costos según destino
- Directorio de becas para estudiantes chilenos - Base de datos actualizada trimestralmente
Además, te invitamos a los webinars mensuales que organizamos con estudiantes que actualmente están de intercambio. La programación la encuentras en nuestra página de eventos.
¿Tienes dudas específicas sobre intercambios? Si ya viviste un intercambio, ¡comparte tu experiencia en nuestra comunidad! Tus consejos pueden ser el impulso que otro estudiante necesita para animarse.
Y recuerda: el mundo universitario es mucho más grande que tu campus. Tu intercambio estudiantil puede ser el comienzo de una historia que contarás por años.