Vocación Universitaria: Pedagogía en Educación diferencial.

Patricia Leal Apr 21, 2016
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Creo que el encontrar mi verdadera vocación fue una de las cosas que más me costó, incluso más que adaptarme a la universidad o el simple hecho de ingresar a una. Jamás estuve clara en cuanto a lo que quería estudiar, me concentré nada más que en prepararme bien para la PSU y así obtener un buen puntaje, lo que me facilitaría las cosas al momento de escoger una carrera, alguna que me acomodara o que fuera acordé con mis buenas notas; nunca me di el tiempo de informarme o si quiera analizar bien los distintos tipos de carrera que existían. En mi colegio tampoco me mostraron diversidad en las opciones, siempre todo estaba más inclinado al lado de la Ingeniería, por lo que me ayudaban y preparaban para carreras donde el puntaje de exigencia es bastante alto, recuerdo que pasaba horas estudiando, después de que la jornada escolar acababa, poniéndome siempre al día con el material que incluía la prueba, siempre repasando contenidos para la famosa y temida PSU. Mi esfuerzo finalmente valió la pena, obtuve más de 700 puntos la primera vez que di la prueba, y es por eso que escogí una carrera ''importante'', lo que fue mi más grande error, la poca investigación falta de criterio y seguir a las masas, sin embargo, todos cometemos ese tipo de errores cundo somos jóvenes sin experiencia.

Mi primera elección fue Geología, al principio me sentí bastante segura, sin embargo, todo se fue debilitando con el paso del tiempo. Veía una motivación diferente a la mía en mis compañeros, estudiaba más por la costumbre y mis hábitos, que por que realmente me encantará lo que hacía. Fue difícil el darme cuenta de que aquello no era lo que quería, es decir, pasar mi vida trabajando con el fin de solo tener un buen sueldo o donde no aportaría nada a la sociedad, más que trabajando en grandes empresas. En la mitad de mi segundo año terminé por aceptar finalmente, que Geología no era en lo que quería trabajar el resto de mis días, por lo que decidí darme un tiempo libre para pensar, buscar otras opciones y encontrar algo que realmente me gustará. Agradezco plenamente el apoyo de mis papás, al entenderme y apoyarme, no fue difícil que entendieran que esa carrera, a pesar de su importancia, no era lo que yo quería.

Me tomé todo un semestre para pensar en lo que en verdad quería, preparándome nuevamente para rendir la PSU. Comencé también a trabajar en una juguetería, por lo que mi contacto con los niños se volvió algo diario, además de la paciencia que debía tener con los clientes y con el ambiente laboral en general, gracias a todo eso me fui dando cuenta de lo que realmente quería hacer. Me planteé el buscar una carrera donde pudiera ayudar a los demás, algo que no fuera tanto un interés personal mío, sino también donde pudiera aportar algo a la comunidad, que se mezclara un tanto con los niños, el trabajo en oficina, poder realizar proyectos, tener algo de diversión, tiempo libre y que además no fuera una carrera extensa en años ¿Suenan como demasiadas exigencias, verdad? Pero, aunque no lo crean, después de mucho pensarlo encontré lo que tanto buscaba, llegando así a descubrir una carrera llamada pedagogía en Educación Diferencial.

Al principio fue bastante difícil el saber si estaba tomando la decisión correcta, sin embargo, mientras más lo pensaba, más segura estaba de que por fin había encontrado algo que llamaba mi atención. No puedo negar lo nerviosa e incluso asustada que me encontraba, era inevitable el miedo a equivocarme otra vez, por lo que intenté ir a cada charla que existiera sobre la carrera, optando finalmente por pre matricularme en la universidad San Sebastián, ya que si obtenía buen puntaje podría estudiar gratis. Estaba confiada en que rendiría una buena PSU, además me encontraba mucho más motivada, ya que por fin era mi elección, y podía planear con tranquilidad todo lo que quería hacer, como lo llevaría a cabo, al igual que los resultados que esperaba.

Mi esfuerzo valió la pena, las cosas se fueron dando exactamente como quería, por lo que me siento realmente afortunada al haber conseguido mis metas, y cumplir con lo que me había propuesto. De hecho, desde que inicié la carrera este año me levanto mil veces más animada que la vez anterior, he asistido a todas mis clases, y es por eso, que cada día que pasa me convenzo más de que esta es la elección correcta. Hace poco inicie mi primera práctica, lo que también me ha ayudado a darme cuenta lo mucho que en verdad me gustan los niños, enseñar y estar siempre a la disponibilidad de quien lo necesite. Me considero bastante pro activa, lo que me ayuda a desenvolverme, al igual que rendir de buena manera en todos mis solemnes o trabajos. Mi primera experiencia en la universidad me sirvió bastante, sé como manejar mi tiempo y como relacionarme con mis profesores, pienso que pedagogía en Educación Diferencial es un nuevo inicio para mi, uno del que me siento bastante contenta, y convencida de que por fin encontré mi vocación.