¿Odias tu trabajo? Estos son los efectos secundarios de tener la peor pega

Cuando no nos gusta lo que hacemos, es inevitable buscar cualquier pretexto para distraernos y dejar de lado los quehaceres laborales. Pero entre tanta vuelta y vuelta, hay cosas que aprendemos, sin que necesariamente nos demos cuenta de que las sabemos. Descubre ahora cuáles son: 1° Sabes exactamente cuántas baldosas hay en el techo, y que esa que está ligeramente torcida, puede volverte clínicamente loco.

2° Los virales en que las personas renuncian a sus trabajos de forma original, te hacen llorar más que cualquier vídeo de propuestas matrimoniales.

3° Tienes una relación muy comprometida, apasionada y lujuriosa con el café.

4° Cuando lavas y doblas tu ropa generalmente se ve así:

5° Y entonces lloras, mojas toda tu ropa limpia con tus lágrimas y tienes que lavarla de nuevo.

6° Podrías llenar un museo con todos los dibujos que has hecho durante las reuniones.

7° Evitas que se te derrita el cerebro, utilizando tus artículos de trabajo de la forma más creativa posible.


8° Encuentras formas ingeniosas de dormir una siesta en el trabajo, sin que te descubran.

9° Te pasas la mayor parte del día perdiendo el tiempo en portales de Internet, que la empresa tiene bloqueados, pero que ya descubriste la manera de ingresar.

10° Has dicho el saludo telefónico tantas veces, que podrían incluso grabarlo en tu lápida.

11° Cuando tratas de explicarle a la gente de qué se trata tu trabajo, sus ojos miran hacia otra parte.

12° Te relacionas de todo corazón con todos los de la oficina, lo que es muy bueno, pero a veces es algo muy desagradable.

13° Tu tolerancia hacia la gente tonta ha disminuido notablemente.

14° … y la paciencia con el tarro que tienes de computador también.

15° Cada pausa que tienes para ir al baño, son como unas mini-vacaciones para ti y las alargas lo más que puedes.

16° El after office o happy hour es el combustible de tu vida.

17° Tus frustraciones y ansiedades, te hacen hacer el ridículo en la fiesta de fin de año de la empresa y pasas el siguiente año, tratando de olvidarlo.



18° Te preguntas por qué los científicos aún tienen que explicar por qué, literalmente, el tiempo se vuelve exponencialmente más lento después del almuerzo.
